domingo, 8 de julio de 2012

Casi Perfecto





El es todo lo que yo siempre he deseado, de hecho, es todo lo que cualquier chica desearía tener.
El es sencillo, caballeroso, amable, sensible, comprensivo, tolerante, lindo, amistoso, gracioso…
Y un sinfín de cosas más, sin omitir que es increíblemente guapo, con un rostro que pareciese tallado por los propios ángeles, con unos ojos miel que fácilmente se confundirían con las estrellas, con un cabello casi dorado como el oro, una piel aterciopelada y blanca como la nieve
Y  sin duda con el mejor corazón del mundo.
El es todo esto y mucho más, harían falta más que palabras para describir todo lo maravilloso que es él y todo lo que me hace sentir.
El seria  casi perfecto, pero solo había un problema… el solo tenía ojos para Ella.

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Una helada ráfaga de viento entra en mi habitación, veloz y violenta sacude las cortinas, y es cuando recuerdo el clima de Stratford, tan frio, lluvioso, nublado y a la vez tan acogedor.
Me levanto del suelo en donde ahora yacen esparcidos varios papeles y libros, camino a paso lento hacia la ventana y la cierro. Las cortinas  están húmedas y el tenue color lila que estas poseen, ahora parecen ser de un fuerte color morado, las recojo a los lados y observo como el vidrio está totalmente empañado, lo limpio con el dorso de mi mano y observo la lluvia repicotear sobre mi ventana, después observo el cielo y por último, miro hacia su balcón y ahí se encuentra el, en la misma situación y postura que yo hace unos minutos. Su rostro  luce concentrado en el libro que sus manos sujetan. Lo observo. Sus facciones son relajadas y todo el luce perfecto sentado en el suelo con montones de papeles por todos lados. Lo observo solo un poco más. Su mirada se desvía del libro y una de sus blancas manos se acerca al borde de la hoja para darle la vuelta y volver a concentrarte en su  lectura.
Me doy cuenta que las cortinas poco a poco recuperan su tono lila, ahora con solo unas pequeñas manchas de un tono más oscuro. Las vuelvo a colocar en su lugar, a manera de que estas cubran la ventana y su maravillosa imagen. Me doy la vuelta y vuelvo a desplomarme en el hueco situado en el suelo, en medio de todo el papelerío.
Tomo un libro que yace abierto encima del reguero y comienzo a leer, sin duda su imagen seguía presente, distrayéndome de cualquier otra posible idea. Miro la ventana. Vuelvo la vista al libro y me obligo a concentrarme.  El último examen bimestral cuenta mucho para una buena aceptación a alguna preparatoria decente, y ya que este era mi último año, debía tener buenas notas.
Logro enfocar mi mente en la lectura. Química, menos mal que la materia es de mi agrado y le entiendo. La luz comienza a ser más escasa conforme pasa el tiempo, miro mi reloj de muñeca y confirmo con asombro que son las 12:00 de la madrugada. Recojo los papeles y alisto mis útiles para el día de mañana, me cambio mi ropa diaria por una cómoda pijama y programo el despertador a las 6:00 am.
Entro en la cama y me tapo con las frazadas. Mi mente vuela y pienso en el, nuevamente. Recuerdo sus ojos, su rostro, su sonrisa, su voz… 
Mis ojos se cierran poco a poco, y  yo me pierdo en un sueño hermoso, en donde el sueño eres tú.
El molesto sonido del despertador interrumpe mi lindo sueño. Entonces recuerdo que hoy es el examen, doy un salto y estoy en pie. Me visto, cepillo mis dientes y mi cabello, tomo mi bolso de la escuela y bajo corriendo las escaleras. Enseguida noto una figura menuda en la cocina y me acerco.
 -Hija… te vas ya? – pregunta mi madre mientras me entrega mi desayuno.
-Sí, yo… quiero llegar rápido al instituto y repasar para el examen -contesto mientras guardo mi desayuno en mi bolso-nos vemos luego.
 -Está bien, suerte en tu prueba -se acerca y besa mi mejilla, yo solo asiento y me dispongo a salir de casa.
Tomo una chamarra del perchero ubicado al lado derecho de la puerta y giro la perilla de esta misma, justo cuando tres golpes se escuchan en esta, la abro completamente y me encuentro con una brillante sonrisa y unos cálidos ojos miel. Y ahí estas él, mi amor, mi sueño y por desgracia solo mi mejor amigo, Justin Bieber.
-Hola linda, nos vamos ya?, es solo que quisiera repasar un poco antes del examen -se acerca y besa mi mejilla, mientras sus brazos me envuelven en un cálido abrazo.
-Si, vamos yo también quiero repasar –murmuro aun envuelta en tu abrazo. Se  aparta para que comencemos a caminar.
El clima es frio y nublado, algo típico de Canadá.
Caminamos en silencio, mientras yo lo observo. 
Lleva puesto un pantalón negro a punto de caer de tus caderas, como suele usarlos, una playera negra, una chamarra de cuero, una bufanda, un gorro gris y sus supras morados. Llegamos pronto al instituto y nos adentramos a nuestro salón, colgamos los abrigos y nos sentamos en una banca de dos. Saca sus útiles y comienza a estudiar, imito sus actos.
La profesora de español entra al salón, eh inmediatamente todos se sientan. Sierra su libro y levanta su vista mirando preocupado la puerta de entrada, buscando algo, buscándola a Ella.
Una chica morena aparece en la entrada del salón.
-Lo siento profesora, se me ha hecho tarde –explica con una sonrisa *encantadora*
-Tome asiento señorita Gómez y que no se repita mas por favor –la chica asiente y camina hacia el único puesto vacio al final del salón.
Justin la sigue con la mirada y una sonrisa se instala en sus labios cuando ve que la chica le sonríe. Se miran.
Aparto la mirada y me preparo para otro día de tortura, otro día de verlos juntos. Esa chica morena es Selena Gómez, la novia de mi mejor amigo y la chica a la que más odio por tener todo lo que yo siempre desee. La profesora comienza a dar la clase, pero estoy demasiado ocupada como para poner atención.
Selena Gómez,  ese nombre se repite una y otra vez en mi cabeza. La chica perfecta según todos en Stratford, la estudiante perfecta según los profesores, la chica popular según todos los alumnos del instituto, la hija perfecta según mi madre y la novia perfecta según Justin.
Ella lo tiene todo, es inteligente, adinerada, esbelta, popular, con una familia y con lo que más amo  en esta vida,  con El.
El timbre de cambio de modulo corta mis pensamientos, eso o el chirrido de la silla de Justin al levantarse apresuradamente. Camina hacia ella y la envuelve  en sus brazos. Se lo que se aproxima, haci que recojo mis útiles y salgo lo más rápido posible del salón de español sin mirar atrás, me apresuro a llegar a mi siguiente clase.
Genial, educación física.
Había una vida peor que la mía? Yo creo que no.
Entre al gimnasio y me dirigí a los vestidores, y comencé a cambiarme, enseguida entro ella y se sentó junto a mí. Saco su uniforme y me miro.
-Hey, que pasa ____ no me has saludado, te sucede algo? –dice mientras me mira y se coloca el uniforme- sabes que puedes confiar en mi cierto? Dime que sucede?
-Si lo sé, y no me pasa nada –como decirle que ella es el problema, como decirle que el problema es ella con él, como?.
-Segura? Te noto extraña –murmura preocupada y termina de vestirte.
-Estoy bien, solo me duele un poco la cabeza-mentira. La  observo, el uniforme le queda genial, sin duda tiene un cuerpo perfecto, sin mencionar su rostro y cabello.
-Bueno… vamos ay que salir –camina hacia el gimnasio y yo la sigo.
Cuando llego a la clase, ella está con el, están juntos, abrazados.
Miro a otro lado y hago lo que el maestro pide.
El resto del día continua triste…
Con el recordatorio de que él y ella están juntos y que el tu y yo, jamás existiría.
 El examen se me dificulto o tal vez, fue por que olvide todo lo que estudie, por pensar en ti.
A la salida, ambos insistieron en que los acompañe a comer.
Por supuesto, rechazo la invitación y camino hacia mi casa, el camino se me hace eterno y triste. Recordando como hace apenas  un año el eras solo mío, como sus miradas, sus sonrisas, sus abrazos y su tiempo los dedicaba a estar conmigo.
 Recordé el día en que me dijo que nadie ocuparía mi lugar y que yo  siempre seria lo primero. Recordé, como divertirnos significaba pasar la tarde en mi casa, viendo películas.
Recordé que él solía decir,  que solo yo era la única persona que lo entendía y que lograba sacarle una sonrisa.
Llegue a casa y subí a mi habitación. Mi mama trabajaba hasta  noche, por lo que como desde hace un año, estaba sola. De nuevo.
Me senté en la cama y vi nuestra foto en el buro, lucíamos felices y unidos.
Aun conservaba la foto, aunque él,  la haya remplazado por una de ellos.
El era mi todo, mi luz, el único que lograba darle sentido a mi vida. Jamás pensé que un día lo perdería, aunque en realidad nunca fue mío, creí que el siempre estaría conmigo, solo para mí.
Y entonces llego Ella, arruinando todo, arruinando el lazo que él y yo teníamos, arruinando mi vida, un poco más.
El me recordaba que siempre había un motivo para creer, un motivo para sonreír, un motivo para seguir adelante, un motivo para tener fuerzas y continuar con tu vida, nunca supe muy bien todo acerca de ese tema, hasta que logre comprender que sus palabras eran ciertas, los motivos si existían y yo tenía el mío, a Él.
Todos mis motivos para seguir y mi fuerza para continuar con mi vida, se fueron con él, cuando decidió que ella era la chica con la que debería estar.
Mis fuerzas y ganas se fueron con sus sonrisas, con sus abrazos, con sus palabras, que ahora comprendo, que en realidad nunca me pertenecieron, el jamás me vio como algo más que una amiga.
Cuando el decidió que era hora de marcharse de mi vida y habitar en la de ella, fue cuando comencé a notar que lo había convertido en mi todo y que sin él no era nada.
Por desgracia,  Ella se había entrometido cuando todo marchaba bien, pero a quien culpar, el sin duda merecía lo mejor y una chica como ella representaba a la *perfección*, el merecía algo grandioso, perfecto, como él, y sin duda, yo no lo era y nunca lo seria.
Mis lágrimas brotaron si cesar y me alegre de estar sola en casa para que nadie pudiera verme.
El nublado clima de Stratford, parecía ir de la mano con mis sentimientos.
Los minutos parecieron horas y las horas días, transcurriendo lentamente, pero a la vez en una milésima de segundo.
Mi habitación se fue llenando poco a poco de un sombrío color negro, iluminada solo por la luz de la luna, que en todas las anteriores noches desde hace un tiempo, venía siendo mi única compañía.

Llore mucho esa tarde, comprendiendo que a veces, el amor no siempre  es correspondido.
 Llore por él. Me sentí tonta y  devastada.
 Era todo. Era tan obvio que se amaban mucho, o al menos, que el estaba totalmente enamorado y que no terminarían, lamentablemente,  no tan pronto como me gustaría.
Pensé en el, en sus ojos, su sonrisa, su voz…. En todo sobre él.
Pensé en cuanto lo amaba, en cuanto lo necesitaba.
El se había convertido en el aire que me mantenía viva, en la gravedad que me mantenía con los pies en la tierra. En todo.
 Entonces obtuve exactamente la repuesta de cómo describirlo.
El , sin duda alguna,  era casi perfecto, solo habia un problema…. Ella.
FIN
Bueno espero les guste el One-Shot y pues avisen si quieren que subas mas cosas 

sábado, 7 de julio de 2012


Eh creado este blog, xq al igual que muchas soy una belieber de corazon y amo a JB, pero al igual cree este blog para hablar con chicas que tienen este mismo sentimiento.
Este blog, es para todas la beliebers en general, de cualquier parte del mundo y para que convivamos y hablemos de lo que mas nos gusta, de JUSTIN BIEBER.
Aqui subire, imagenes, pensamientos, vídeos, One-Shots y cualquiercosa que se me ocurra jeje.
Bueno espero y le guste mi blog.
P.D: x cierto me llamo Angie pero díganme *yiyi*.
BESOSOS